Son el ejemplo de todos los libros de Historia del Arte cuando llega el capítulo sobre el Románico: San Clemente de Taüll, Santa María de Taüll y el Pantócrator con su mandorla (la palabra a la que nunca, nadie, le ha dado otro uso).
En el corazón del pirineo leridano, subiendo desde la Noguera Ribargorçana hacia la Noguera de Tor, y de ahí rumbo a los lagos glaciares de alta montaña, está el Valle de Boí, un bombón para los enamorados de los paisajes de montaña y el arte. O de las dos cosas.
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