Una ciudad-chuchería con un centro histórico tan encantador como los escaparates de sus chocolaterías.
La Dama de Flandes, con su perfecto diseño urbano de canales y puentes, casas y torres de cuento, y estampas de museo al aire libre, tiene la receta perfecta para que cada turista diga que es una preciosidad y la recomiende a todo el mundo. ¿El truco es el chocolate?
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