Posesivo con la ciudad y sus partes, topófilo y receloso de lo foráneo. Desconocedor de mucho en consecuencia, incluso de que despreciar lo que se ignora es grave pecado. Aquí entra al trapo "su" Guadalquivir, que ningún otro andaluz lo puede tener más en su pleno derecho. Sin embargo, encerrado en su fanatismo, cercado por la Torre del Oro y Triana, mucho se le escapa. Con una historia turbulenta y funesta de inundaciones y catástrofes- hoy inconcebibles-, la ciudad de Sevilla ha cambiado al son de sus necesidades para protegerse del río, modificando su trazado. Así se explica que la Cartuja sea una "isla", por ejemplo.
El río que hoy los sevillanos veneran está ciego, ocluido; el agua circula donde muchos no prestan atención. Junto a su abridero en la esclusa, salida hacia el mar, se encuentra la cabecera del Canal Sevilla-Bonanza, herencia de las políticas hidráulicas franquistas, una obra faraónica digna de documental y de la más recia tradición sevillana de hacer las cosas mal. Proyectado para que la navegación fluvial no dependiera de mareas ni dragados, se planteó como una salida directa al Atlántico. Corruptelas, facturas y marismas de por medio, está marginado hasta por el propio puerto, atento a la expansión urbana al Sur de la ciudad, casi inaccesible y cubierto de una niebla tan opaca en el ideario sevillano que parece la respuesta a una iniciativa cultural diferente. Sevilla, Feria y Semana Santa, para qué más mundo.12 de julio de 2012
El Guadalquivir sin derechos: Canal Sevilla-Bonanza
Todo buen hijo de su pueblo conoce al dedillo las tradiciones y fiestas populares, identifica lugares con sentimientos y callejea con soltura por entre sus costumbres. El sevillano arquetípico, mejor que nadie, se desenvuelve aquí con más maestría que entre tapas y exageraciones. Que no se escape una cofradía- con su día, nazarenos, virgen y contador de lágrimas-, una calle de la Feria o un bar con cerveza fría; no deja oportunidad sin chiste o anécdota, una falsa apariencia o un "mi alma".
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Recuerdo que una vez, en clase de Historia del Arte y a puertas de Semana Santa, mi tutor le preguntó a dos capillitas si sabían mucho de SS. Ellos dijeron que sí, y el cogió el llamador y viendo el recorrido, dijo: a qué hora pasa tal virgen por tal calle? y los dos: po esa... sobre las 8'15; bien bien, y tal cristo por tal plaza? po ése... ése a las 10 de la noche, bien bien... y mi tutor les dijo: me asombra la capacidad que teneis de llenar la cabeza con mierda y después no recordar las cosas importantes jajajaja y ellos se esperaban que el profesor les alabase, qué tontacos :-P
ResponderEliminarA parte de éso quiero decir que yo, como buena costra social, ni soy forofa de la Semana Santa, ni de la Feria, ni de la calle Betis, ni del flamenquito ni na... pero eso sí, sé donde tomarme una buena cerveza fría (ni que fuese algo originario de Sevilla, la cerveza es universal y esos bares deberían estudiarse en el colegio!) ni puedo pasar la oportunidad de contar un chiste... jajajaja pero los míos son malos malos como el de Harrison Ford :-D
Besos!!