Saluda al pajarito...
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15 de mayo de 2015
31 de mayo de 2014
Polinizado y hundido
Los insectos necesitan a las plantas tanto como éstas los necesitan a ellos. Mientras los primeros se alimentan con el néctar de las angiospermas, las flores los rocían de polen para que en su camino, lejos o cerca, puedan fecundar los óvulos de otra flor, produciendo así más semillas y más frutos, y que el ciclo se repita una y otra vez.
Aunque muchos alérgicos lo odien, el polen es un elemento esencial en el planeta lleno de vida y color que conocemos hoy. Puede que no haya mucho romanticismo en este medio de reproducción, pero en parte gracias a él se ha producido la evolución, adaptación y supervivencia de numerosas especies desde mucho antes de nuestra presencia en este mundo. Un aval que cotiza por cientos de miles de años.
Estuve un rato observando a esta abeja, tan impregnada de polen en sus alas que no podía salir de este tulipán en Gante. La primavera le jugó una mala pasada.
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26 de marzo de 2014
Holanda, el país de las flores
Todo muy ordenado, muy holandés; paisajismo al milímetro
Miles y miles de tulipanes y jacintos se extienden como tapices alineados formando mosaicos junto a la costa noorccidental holandesa. Un espectáculo digno de las mejores alergias primaverales.
Miles y miles de tulipanes y jacintos se extienden como tapices alineados formando mosaicos junto a la costa noorccidental holandesa. Un espectáculo digno de las mejores alergias primaverales.
2 de diciembre de 2013
Vidas de colores
Siempre preferí el verano.
Todo el mundo está de mejor humor.
El color se cuela por todas partes.
Y los días parecen tener más horas...
Todo el mundo está de mejor humor.
El color se cuela por todas partes.
Y los días parecen tener más horas...
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12 de octubre de 2013
1 de abril de 2013
Las plantas de mi madre
Por un lado las de interior, por otro las que necesitan baños de sol; están por todas partes, sobre tiestos y jardineras, cuidadas con esmero, sus dosis de agua, una pizca de cariño y palabras para mimarlas, que no falten.
El pequeño Pablo ya sale a ver las plantas de la abuela, como cuando va al parque y busca sus diminutos tesoros. Pronto él también ayudará a regarlas, a darles el empujón de cada día; un mundo más verde y agradable es posible.
¡Regaderas, a trabajar!
El pequeño Pablo ya sale a ver las plantas de la abuela, como cuando va al parque y busca sus diminutos tesoros. Pronto él también ayudará a regarlas, a darles el empujón de cada día; un mundo más verde y agradable es posible.
¡Regaderas, a trabajar!
26 de marzo de 2013
El Jardín Americano de Sevilla. Chapuza "made in"
No recuerdo haber visto un lugar dedicado a la naturaleza más olvidado que éste. Tenía que ser en Sevilla, claro, ilustración de desidia, pésima gestión y nulo amor por el territorio. Hay parques en cualquier pueblo- y área de servicio- que reservan algún pequeño rincón para un reducido muestrario de plantas- aromáticas, crasas, cactáceas- y consiguen mucho mejor resultado; pero en Sevilla "hay que mamar".
Su Jardín Americano se creó para que durante la Exposición Universal de 1992 se diera a conocer la diversidad botánica de dicho continente. Durante casi dos décadas permaneció en el ostracismo, hasta que en 2010 el Ayuntamiento socialista lo reabrió previa inversión de ocho millones y medio de euros (¿?). Por su ubicación a orillas del Guadalquivir es un lugar privilegiado, pudiendo desde allí disfrutar de su ribera fluvial y las vistas de la opuesta; está junto al Monasterio de Santa María de las Cuevas (o de la Cartuja) y a escasos metros de un diplodocus especulativo horrendo, supuesto nuevo referente urbano y económico (¡una peineta en toda regla!). Pero si no hay bares ni cofradías no interesa, oiga, que somos de recias tradiciones.
No lo recuerdo de aquellas años mozos, pero de las dos visitas que he le hecho recientemente he sacado la misma conclusión: es un bodrio. Sí, hay variedad de plantas, pero escasamente y mal indicadas, las tareas de jardinería las realizan las arañas, está sucio (es costumbre sevillana muy arraigada no usar las papeleras) y da la sensación de que el Jardín está allí para que, irónicamente, la naturaleza siga su curso... y las alimañas se hagan con el lugar. Para no dignificarlo, la web de promoción turística de Sevilla contiene una galería fotográfica vergonzosa, a la altura de su información. Todo muy cutre, como- casi- siempre.
Si aceptamos- ¡ejem!- que la inversión de 8.500.000€- ¡ejem!- fue íntegra al espacio en cuestión, ¿no se puede hablar abiertamente de negligencia del consistorio por tener que redoblar el esfuerzo económico de 1992? Si aquello estaba hecho unos zorros, sería igualmente su responsabilidad, ¿no? Pero, mientras esta crisis nos aplasta y vamos abriendo los ojos respecto a nuestros políticos, ¿no sería también lógico pensar en que es demasiado dinero incluso para sacar de las cenizas un jardín de dos hectáreas? ¿Dentro de veinte años sucederá lo mismo?
Es Sevilla, ciudad taurina y de fiestas primaverales porencimadetodaslascosas, así que ya sabemos la respuesta; reabierto y predestinado al abandono.
Apuesto a que mi madre cuida mucho mejor sus plantas en la terraza.
Su Jardín Americano se creó para que durante la Exposición Universal de 1992 se diera a conocer la diversidad botánica de dicho continente. Durante casi dos décadas permaneció en el ostracismo, hasta que en 2010 el Ayuntamiento socialista lo reabrió previa inversión de ocho millones y medio de euros (¿?). Por su ubicación a orillas del Guadalquivir es un lugar privilegiado, pudiendo desde allí disfrutar de su ribera fluvial y las vistas de la opuesta; está junto al Monasterio de Santa María de las Cuevas (o de la Cartuja) y a escasos metros de un diplodocus especulativo horrendo, supuesto nuevo referente urbano y económico (¡una peineta en toda regla!). Pero si no hay bares ni cofradías no interesa, oiga, que somos de recias tradiciones.
No lo recuerdo de aquellas años mozos, pero de las dos visitas que he le hecho recientemente he sacado la misma conclusión: es un bodrio. Sí, hay variedad de plantas, pero escasamente y mal indicadas, las tareas de jardinería las realizan las arañas, está sucio (es costumbre sevillana muy arraigada no usar las papeleras) y da la sensación de que el Jardín está allí para que, irónicamente, la naturaleza siga su curso... y las alimañas se hagan con el lugar. Para no dignificarlo, la web de promoción turística de Sevilla contiene una galería fotográfica vergonzosa, a la altura de su información. Todo muy cutre, como- casi- siempre.
Si aceptamos- ¡ejem!- que la inversión de 8.500.000€- ¡ejem!- fue íntegra al espacio en cuestión, ¿no se puede hablar abiertamente de negligencia del consistorio por tener que redoblar el esfuerzo económico de 1992? Si aquello estaba hecho unos zorros, sería igualmente su responsabilidad, ¿no? Pero, mientras esta crisis nos aplasta y vamos abriendo los ojos respecto a nuestros políticos, ¿no sería también lógico pensar en que es demasiado dinero incluso para sacar de las cenizas un jardín de dos hectáreas? ¿Dentro de veinte años sucederá lo mismo?
Es Sevilla, ciudad taurina y de fiestas primaverales porencimadetodaslascosas, así que ya sabemos la respuesta; reabierto y predestinado al abandono.
Apuesto a que mi madre cuida mucho mejor sus plantas en la terraza.
25 de febrero de 2013
Naciente, viviente
Que toda la calle huela a lavanda y las palomas no tengan más opción que inmolarse.
Seguiremos informando.
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