Con premeditación y sin pudor, en un lugar público y de paso pero de forma subrepticia, con más obscenidad que ruido y en un juego de cortejo y acción que sólo expertos entomólogos entienden; así se muestran estas milimétricas criaturas, almas cándidas y encendidas por su mayúsculo instinto animal.
ahh que graciosas :) todo un mundo nuevo a explorar con la macro, quiero ver más historias pequeñitas hechas grandes!
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