Tras la caída y destrucción de Anuradhapura, la capital de los reinos cingaleses se trasladó a Polonnaruwa.
Allí se encuentran, entre otras joyas, los enormes budas de Gal Vihara esculpidos directamente sobre la roca, la stupa de Rankot Vihara con sus 55 metros de altura, la hermosa ciudad jardín creada en el siglo XII por Parakramabahu I, y multitud de edificios brahmánicos construidos por la dinastía de los cholas para dar brillo a la ciudad.
En el siglo XIII, y como sucede siempre tras cada periodo histórico de esplendor, la ciudad languideció y se debilitó hasta ser invadida, tomada y destronada.
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