Al final hubo que esperar a Mayo, y no a Enero como decían. Cerrada desde 1992 hasta 2013, algo más que unas vacaciones.
Ya se puede acceder a la Necrópolis Paleocristiana de Tarragona, caminar entre los sarcófagos dispuestos linealmente en lo que serían los jardines del Museo monográfico y deambular por la zona de excavaciones (casas, baños, talleres y enterramientos).
El centro comercial funciona de maravilla y sus nuevas salas de cine serán una aportación grandiosa a la cultura (¡oh, gracias!), pero ¿habrá que esperar otras dos décadas para que se reutilice el edificio central del recinto? El Museo- un edificio neoclásico de 1930-, con o sin uso museístico, sería la guinda.
Es mucho pedir...
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