26 de noviembre de 2013

Mostar's sunset kisses

La luz era deliciosa al llegar a Mostar. El cálido sol de verano que se acercaba a las montañas calizas del horizonte lo iba tiñendo todo de suaves tonos rojizos.

De pronto el Stari Most (Puente Viejo) estaba dulcemente iluminado para nosotros. Ese símbolo de la salvaje guerra bosnia de los noventa que el ejército croata destruyó una mañana de 1993; ese día alguien decidió que el río Neretva debía ser una frontera infranqueable. Una delicia otomana del siglo XVI ahora reconstruida y declarada Patrimonio de la Humanidad junto a su hermosísima ciudad vieja.

Mostar, el río Neretva y el Stari Most para celebrar tres años de blog. Viaja todo lo que puedas.

25 de noviembre de 2013

Diminutolandia

Lástima que lluvias y desprendimientos impidiesen el acceso a Los Tilos, uno de los mejores ejemplos de laurisilva, según dicen, en las Islas Canarias.

De lo poco que pudimos ver, ahí van algunos pequeños habitantes de estos ecosistemas terciarios tan valiosos.

21 de noviembre de 2013

Rijksmuseum y Van Gogh. De museos por Amsterdam

En los museos pasan cosas extrañas.
De repente todos nos volvemos cultos e intelectuales, nos llevamos la mano a la barbilla y miramos detenidamente, aunque no entendamos mucho. Luego salimos sintiéndonos realizados por haber cubierto nuestro cupo de actividad cultural, sin darnos cuenta que, generalmente, visitamos los museos cuando estamos de viaje y pasamos de largo con los de casa. En España, como siempre, la realidad supera a la ficción: el tercero más visitado (el primero en Cataluña) es el de un equipo de fútbol; ver para creer.
En Amsterdam hay dos museos imprescindibles para justificar tu visita a la ciudad. El primero es el Museo Nacional de la ciudad, Rijksmuseum, recién recuperado para la ciudad por los arquitectos sevillanos Cruz y Ortiz, cuya intervención ha transformado un edificio brillante en único: en continente y contenido. Después de una década de obras por fin reabrió sus puertas en Abril de 2013, con la gran expectación que justifican sus obras (Rembrandt y Vermeer, por ejemplo) y el habitual mimo que ponen los habitantes de esta parte del mundo en el urbanismo, la arquitectura y todo lo que sea la intervención en el territorio. El resultado es realmente envidiable; por dentro y por fuera.
Al otro lado del Museumplein- una alfombra verde para los perros, las bicicletas y los no estresados- está el Museo Van Gogh, una pinacoteca con más de 200 pinturas y 400 dibujos del genial autor que nadie se quiere perder; y las colas dan fe de ello. En su interior la masa circula sin pausa, en fila y junto a la pared, a un metro de esas pinceladas de texturas únicas, entre el estrés de hacerse una foto con el lienzo a su espalda y no formar un atasco. Pero algo llamó mi atención...
Allí estaba él, enfrascado en la misma procesión que el resto, con su tableta y audio-guía contándole historias y secretos, consultando detalles en su pantalla táctil, aumentando una fotografía de la obra junto a la que estaba pasando, dirigiéndose a la siguiente... ¡sin mirar siquiera el original! Todo muy multimedia e interactivo, pero tan inútil como hablarle a un pavo. Tan improductivo como explicarle a él mismo dónde estaba y el valor intangible de lo que tenía delante.

18 de noviembre de 2013

Agua, agua y agua: Aigüestortes

¡A la montaña!
Pocas cosas me ilusionan más que abrocharme los cordones, cargarme la mochila en los hombros y salir por patas a respirar aire fresco, aún impregnado del rocío que queda en los prados cuando el sol despunta sobre un puñado de tresmiles.
El Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici es una joya de alta montaña, plagada de crestas rocosas colgadas del cielo, excavada por profundos valles glaciares y cubierta por bosques de pinos, abetos, hayas y abedules. Pero sobre todo es un tesoro para el agua, auténtica protagonista: casi doscientos lagos de origen glaciar, cascadas, ríos y riachuelos que se retuercen en meandros (de ahí aigüestortes) sobre los prados de altura, consecuencia de la colmatación sedimentaria de antiguos lagos. Arriba, escondida entre las cumbres, el agua se acumula en multitud de pequeños circos glaciares cuaternarios extintos, mientras que en el fondo de los valles están las grandes superficies lacustres; entre ellos el lago más simbólico del Parque, el de San Mauricio.
Un ejemplo perfecto de ambiente pirenaico, representativo de su paisaje de alta montaña e ideal para todo tipo de visitantes: desde el más experto grupo de montañeros que hacen noche en un refugio, a las familias con niños pequeños que se inician en la afición de tirar piedras a ríos y lagos; yo lo hacía con 3 años... y 30 después sigo en ello cada vez que puedo.
Lo importante es sentir la montaña y disfrutar de su aire salvajemente puro.

10 de noviembre de 2013

7 de noviembre de 2013

La espalda de Rotterdam

Uno escucha Rotterdam y se imagina una ciudad moderna, de arquitectura renovada y economía dinámica gracias a la potente industria que genera su inmenso puerto (Europoort, el segundo más grande del mundo y el mayor de Europa), que todo lo abarca con sus grúas de estiba, astilleros, gigantescos buques portacontenedores y dársenas kilométricas. Sí, ¿verdad? Pues toma...

3 de noviembre de 2013

De la platanera al buche

¿Te has metido alguna vez en un bosque de plataneras? Nunca sabes si el dueño está a punto de salir detrás tuya a garrotazos o si al siguiente paso tu pie se hundirá hasta la rodilla en una montaña de hojas secas... Los curiosos tienen garantizado el entretenimiento intentando descifrar el crecimiento de sus enormes flores púrpura y los deliciosos manjares de los que cuelgan.
Dando tumbos por las retorcidas curvas palmeras a la caza de unas piscinas naturales donde comer y darnos un delicioso baño otoñal, encontramos en el suelo una espiga de platanero a rebosar, lista para ser desguazada y disfrutar de un banquete del más famoso fruto canario... ¡esto es vida!