23 de diciembre de 2012

Para 2013, ¿magia?

Si el año pasado buscábamos algoritmos, ahora ya parece que no nos servirá ni encomendarnos a la física cuántica.

Tenemos un gobierno incapaz de encontrarle el pulso a la economía- inútil como el anterior-, un gobierno al que se le ha agotado la excusa de la herencia recibida a la velocidad de sus hachazos y privatizaciones. La oposición es un monigote sin identidad; la banca, sin ambages, indecente; y los sindicatos creen ser Cristo resucitado, superstar. Por cierto, ¿cómo se mide la productividad de todos estos parásitos? Mientras los que mandan tengan patrimonios siderales no habrá futuro, su preocupación no seremos nosotros.

Asistimos, también, a una caricatura de la democracia; gobernantes y personajes de toda calaña que malgastan lo que es de todos, encarando al pueblo y su dignidad con los cuernos de Belcebú por delante. Cada día nos comemos el puchero con algún nuevo amigo del fraude, la evasión o la corrupción. Ya dijo Solchaga que "España es el país donde se puede ganar más dinero a corto plazo"... Tal vez nos iría mejor si pretendiésemos ser más trabajadores y honrados.

Claro, que de un país con una familia real que no quiere ni ver la educación y sanidad públicas, y un jefe de estado que pone cara de niño travieso para pedir perdón tras irse de matanza... Claro, que de un país en cuya capital la alcaldesa es la boba consorte de un expresidente del gobierno, una flagrante muestra de nepotismo y una rabiosa humillación para los millones de personas sin empleo y con formación... Claro, que de un país donde se valora la mediocridad, y el esfuerzo o la honestidad son objeto de mofa, en el que la sociedad está ya al borde de la insumisión... todo te lo puedes esperar.
No se me olvida, por encima de todo ¡FELICES FIESTAS Y 2013 A TODOS! Suerte, que la vamos a necesitar.

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