1 de enero de 2013

Pequeños grandilocuentes

2013 ha abierto la veda. Atrás dejamos las bonitas palabras y deseos de anoche; ahora hay que comenzar a hacer cumplir nuestros objetivos, con dedicación, tesón y, por supuesto, cariño.
En casa tenemos un pequeño rincón que es una amalgama de historias; ahí vamos dejando nuestros recuerdos de viaje y los más inverosímiles hallazgos de nuestros paseos. Desde restos óseos hasta frutos del bosque, conchas de mil playas, piedras singulares y una rama quemada de la laurisilva gomera. Las tiendas de souvenirs con nosotros no hacen caja; a cambio cada objeto forma parte de nuestra historia, tiene vida propia y recupera recuerdos precisos.
Nos encanta, y queremos seguir cultivando este pequeño jardín. Ilusiones que se transforman en realidad, recuerdos que pululan con cada desayuno, paciencia, dedicación, palabras de aliento, cariño y mucha, mucha alegría.
En cada uno habita buena parte de lo que necesitamos para que 2013 nos regale las mejores sonrisas y experiencias. Ilusión, esfuerzo y voluntad.

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