10 de mayo de 2014

Geomorfología canaria (y II): el Teide. Lección magistral

El Teide es un estratovolcán de tipo vesubiano. Los estratovolcanes son volcanes cónicos compuestos por múltiples capas alternantes de depósitos volcánicos: lavas endurecidas, cenizas, piroclastos... depositados en fases alternantes explosivas, debido a la sucesión de materiales aéreos (bombas, lapilli, cenizas, lanzados por la fuerte presión de los gases liberados en la erupciones), y de lavas fluidas.

La evolución geológica del Teide es un excelente ejemplo de las fases de formación y erosión de una isla volcánica de punto caliente. Durante el Mioceno, y aproximadamente hace unos 10 millones de años, se constituyó la protoisla de Tenerife en torno a 3 macizos volcánicos, probablemente separados por aguas oceánicas en algunas fases. La mayor parte de los restos de estos tres antiguos edificios volcánicos están o sepultados por otros depósitos posteriores, o erosionados. 
Tras una época de calma (y por tanto de erosión), se formó, hace unos 5 millones de años, un gigantesco volcán, de unos 4.500 metros de altitud, y que constituyó la base de las actuales Cañadas del Teide. O bien tras un colapso del edificio volcánico o bien tras un deslizamiento gravitacional (no existe acuerdo científico sobre esta cuestión), aparecieron sucesivos volcanes, ya dentro del Cuaternario (edificios Cañadas I, II y III), que también fueron desmantelados o por hundimiento o por deslizamientos menores. Hace 150.000 años, se produjo una enorme explosión en el Edificio Cañadas III, que generó la actual caldera. 

Es sencillo intuir la forma del anterior edificio volcánico si se echa un vistazo en algún visor 3D, como Google Earth, e incluso en la foto que encabeza esta entrada. Las crestas que parecen cerrar las Cañadas actuales (a la derecha en la primera imagen, al fondo en la segunda) indicarían, de acuerdo con la hipótesis del colapso por explosión del edificio volcánico, los límites del volcán anterior. A partir de entonces, se inició la construcción de los estratovolcanes Teide – Pico Viejo en la mitad norte de la Caldera cuya construcción dura hasta nuestros días. 
En la actualidad existe una red de monitorización del Teide, que alertaría sobre una posible explosión o hundimiento del volcán, que ha de producirse, con casi toda certeza, en un futuro no muy lejano. Se trata de una cuestión de fortuna y probabilidad que este futuro sea geológico y no histórico. No obstante la cuestión de los riesgos naturales no es menor, habida cuenta la población que soporta la isla, y las evidencias de algunos eventos de explosiones muy violentas en la vecina Gran Canaria, como el complejo Volcán/Caldera de Bandama.

Texto: Pablo Fraile Jurado. Profesor Ayudante Doctor, Departamento de Geografía Física. Universidad de Sevilla. 

Mil gracias por tu enorme aportación.

Más fotos y comentarios en la Geophotopedia de la Universidad de Sevilla.

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