12 de junio de 2011

Berlín, la ciudad prodigiosa

Eduardo Mendoza, en su novela "La ciudad de los prodigios", pone de relieve la capacidad de la ciudad de Barcelona para revolucionarse a sí misma. Hoy, desgraciadamente, la capital catalana se encuentra lejos de poseer ese talento. Sin embargo, sí que hay una ciudad que me ha dado la impresión de ser realmente prodigiosa, aún más allá del título de la novela.
Berlín, una de las etiquetas más importantes que posee el siglo XX- vamos tan rápido que ya casi empezamos olvidar lo que ha significado-, se ha reinventado a sí misma: en su cultura urbana, su arquitectura, su juventud y apertura, su urbanismo, su estilo, su mestizaje y sus tendencias. Tras ser el ejemplo perfecto de la dictadura y decadencia que ejercen las armas, fronteras y alambradas, es una ciudad que vive el presente de forma intensa, mirando al futuro con energía y llevando con orgullo una memoria histórica de la que muchos tendrían que aprender; es la punta de lanza de un patrón sociológico que toda Alemania sigue.
Los nombres del plano de la ciudad no pueden ser más evocadores: Unter den Linden, Brandenburger Tor, Spree, Reichstag, Tiergarten, Mitte, Berliner Mauer, Alexanderplatz, Kreuzberg... Yo, si pudiese, tripitía Berlín.

3 comentarios:

  1. Y QUE VERDAD DICESSSSSSS
    A MI ME TRAE UNOS RECUERDOS ESTUPENDOS SOBRE TODO PORQUE ADEMAS DE LA VIVENCIA NOS TRAJIMOS LO MAS BONITO DE NUESTRAS VIDAS, HASTA AHORA....

    MARTA

    ResponderEliminar
  2. Hola!

    Tengo el gusto de compartir contigo 3 pasiones: Berlín, la fotografía y la bicicleta.

    Enhorabuena por el blog!

    ResponderEliminar