Inmenso complejo lleno de edificios de fastuosa elegancia se convirtió en el centro administrativo del Imperio Otomano durante cuatro siglos. Sus puertas, patios, jardines y pabellones forman una pequeña ciudad con los más selectos ingredientes para que hoy sean degustados por sus comensales- miles de turistas-, previo paso por unas taquillas que deben tener muy buen fondo.
Abunda la variedad de formas, colores, tramas, luces, lugares, tesoros y posesiones, es excelso en el lujo y delicioso en la sobriedad, el gusto y refinamiento de su decoración, principalmente en sus azulejos, exquisitos. Perfecta atalaya además para tener una borrachera panorámica del Bósforo, esta joya es de obligada visita.
Maravilloso artículo, me gustan las fotos. Estambul tiene muchos atractivos, espero con interés para visitar.
ResponderEliminarMuchas gracias Raluca Irimia!!
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