Quieto no me iba a quedar, éso estaba claro; ahora siento el viento en la cara a otra velocidad.
Desde hace varios meses, y por varios motivos, vengo alternando las rutas en bicicleta con mi antigua afición a correr; de acá para allá, subiendo o bajando, saltando bancos y cruzando rotondas. Lo que en un principio parecía falta de motivación para salir a pedalear se ha convertido en hambre de kilómetros a pie: nuevas expectativas, motivaciones y retos empiezan a salir por los poros de mi piel.
Desde hace unos años la práctica del ciclismo ha llegado a ser tan importante en mi vida que, de algún modo, me siento casi en la obligación de justificarme y contarlo. No sé si será temporal o cuestión cíclica-en estos menesteres mis piernas ya tienen sus maratones recorridas-, pero está claro que ahora manda en mi mente salir a correr. Si compagino ambas prácticas deportivas estupendo, y si no le daré un respiro a mi querida montura metálica, que en tantos días felices me ha acompañado. Lo reconozco, me da una enorme pena la idea de dejar de lado todo lo que me ha reportado en estos años: amigos, lugares y emociones especialmente.
Espero que estas novedades que ahora comparto den otra pizca de contenido al blog. Tal vez es un complemento menos digerible para el que espera ver fotos o saber por dónde pasamos un día cualquiera, pero sin duda para otros será carnaza en esos piques tan sanos que siempre llevamos, en especial con mi nuevo juguetito que hace las delicias con tanto dato y gráfica. Intentaré ser capaz de contaros qué es lo que me mueve cada día a intentar mejorar y disfrutar con el deporte y trataré de evitar todo parecido a un diario deportivo personal; el espíritu del blog es otro.
No te sientas culpable y disfruta doblemente,no somos profesionales y nos podemos permitir el lujo de disfrutar dos deportes a la vez.! Ah!y no descartes la carreras de montaña,son la ostia, no machaca tanto muscularmente y son un lujo para los sentidos.
ResponderEliminarBienvenido al club del multideporte.