La máxima expresión de la naturaleza y la primavera son las flores y eso bien lo saben en Girona, donde desde mediados del siglo pasado, como iniciativa de la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, utilizan este argumento como principal reclamo turístico y comercial durante la tercera semana del mes de Mayo.
La ciudad de las casas colgadas sobre el río Oñar- justo antes de su desembocadura en el Ter- no tiene pocos atractivos para el visitante un día cualquiera: su barrio viejo (Barri Vell), las excelentes murallas conservadas en el sector nororiental del plano urbano o su catedral aunando estilos románico, gótico, renacentista y barroco garantizan que pasemos un día entretenido. Pero si a todo ello unimos fachadas, patios, escaleras y espacios públicos decorados con motivos florales (naturales o no), el resultado es que nos encontramos con una profusión de color y originalidad excelentes para la vista de las multitudes que atestan Girona estos días.
Ha sido la primera vez que hemos podido repetir evento desde que vivimos en Cataluña, ya que el año pasado, recién llegados, pudimos visitar y así conocer la ciudad coincidiendo con el Temps de flors, que así se llama. Teníamos una referencia, y desgraciadamente hay que decir que en 2011 el nivel ha bajado considerablemente: menos flores, decoración más austera y menor originalidad artística. Por mucho que fuese el último día de la muestra, no es una buena idea dejar fruta pudriéndose y flores muertas en plena calle...
Por cierto, al margen de todo lo anterior y lo hermosa que nos parece la ciudad y su evento, un cero a la cartelería exclusiva en catalán e inglés; más que promoción parece exclusión turística.
No hay comentarios:
Publicar un comentario