El ojo fino de Inma siempre está ahí presto para señalar flores o bichitos hermosos, curiosos, equilibristas o enigmáticos.
La mente juega a imaginar sus vidas en ese micromundo de polen, néctar y enormes pisadas humanas.
Formas, colores, texturas y contrastes cada vez centran más nuestras andaduras... pese a que a veces lleven aparejada una buena dosis de estornudos ahora que cosemos la primavera a fotos.
Habrá que hacerse con un objetivo macro, ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario