22 de noviembre de 2011

Bodensee, fronteras de agua

Alemania, Suiza y Austria son, seguramente, los países que mejor representan la seriedad, formalidad y rectitud que tanto caracterizan el modelo centroeuropeo de sociedad, distante años luz del espíritu vital mediterráneo. Tanta sobriedad elimina improvisación y extravagancias, difumina la personalidad del individuo en el grupo social organizado como un segundero y resta fuerza a cualquier posibilidad de aventura. Sin embargo, nos regala ciudades creadas en la imaginación de un pintor, paisajes de sueño infantil y un baile entre silencio y respeto que muchos envidiamos.
El Lago Constanza, con ese viejo remedio de utilizar lo indivisible para separar, hunde las aguas del Rin entre estos tres países, sitiado por más de dos millones de personas pero sin perder su identidad ni credibilidad de color verde; porque bastan unos pocos lugares de Europa para comprender que la teoría española del ladrillo es un disparate.

2 comentarios:

  1. Quiero bailar entre el silencio y el respeto... menuda frase! Como siempre, una maravilla para leer y para admirar. Cuántos recuerdos de este paisaje...

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  2. Menudas fotazas :-) como siempre !! a mí me ha gustado sobre todo la del pato jeje como no, verdad? :-P muchos besos

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