15 de diciembre de 2011

Coordenadas... buscando en Portugal (y II)

Como siempre he pensado que la felicidad y la plenitud están en la sencillez, suelo conformarme con poco para llenarme interiormente. Un libro al sol en manga corta, los pies en el agua fría de un río de montaña, el pan con aceite y un beso sincero son capaces de darme los mejores días de descanso. Esto es una ventaja para relajarme y disfrutar porque no necesito muchos artilugios ni mareos tecnológicos, lo cual ayuda a desconectar por completo.
Cuando uno va a conocer sitios nuevos lo mejor es estar con los ojos abiertos como el océano, con la mente dispuesta a aprender y empaparse de los lugares que no sabemos cuándo podremos volver a visitar. Levantarme cuando todo está tan en silencio que las pisadas son capaces de levantar eco y las primeras luces aún son tímidas en el horizonte, es una costumbre que se está volviendo peligrosa, pero la colección de naranjas y rojos del cielo- expandiéndose antes de que salga el disco solar- y el fresco del alba en las mejillas, forman postales que ni las más insignes obras humanas igualan.
El que visita Portugal sabe que verá en tres días más azulejos decorando fachadas que los vistos en toda una década, pero no sabe cómo van a estar de vivarachas las calles del Barrio Alto de Lisboa o qué contraste hará el cielo con el Castillo de San Jorge. Yo no sabía que en Peniche hay una tremenda playa tras la cual puedes jugar al escondite entre sus cordones de dunas. Tampoco que los perros portugueses de campo te persiguen hasta perderse si te ven pisar cerca de sus viñedos y maizales, ni que el sol cayendo tras las aguas del Tajo diese una luz tan agradable para secarte después de un baño.
Es por esto por lo que siempre es mejor relajarse y disfrutar de lo que tenemos.

3 comentarios:

  1. Sólo tengo algo que objetar: no es que te conformes con poco, leer un libro al solito en invierno en manga corta y disfrutar del calor no es poco, es mucho. Lo importante es valorar esos "pequeños" momentos, pequeños a nuestro parecer en un mundo tan fabricado, tan modelado al margen de la naturaleza, pero el momento en sí es grandioso. Pienso que lo maravilloso es verlo como algo grande, a nuestro alcance todos los días.

    Eso sí, son increíbles las fotos ^_^ Me encanta la del chico del bañador rojo camuflado entre dunas.

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  2. me gusto mucho tu blogg asi podre conocer un poco mas al otro lado del mundo ;P

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  3. jo, me has hecho viajar en la oficina :) hasta me he relajado y todo

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